Mujeres Pa’lante

Mujeres Pa’lante somos un grupo de mujeres de varios países de origen que gestionamos y compartimos un espacio para encontrarnos, reconocernos, acompañarnos, ejercer la solidaridad y encontrar un camino común para conseguir un mundo mejor y más justo para todas.

Mujeres Pa’lante es un punto de encuentro, de acogida y de apoyo mutuo entre mujeres migradas. Lo que nos impulsó a crear la entidad, en el año 2007, fue la falta de espacios para personas migrantes. A partir de las situaciones que nosotras mismas detectábamos, como personas migradas que somos, pensamos que era muy importante tener un lugar donde hacer red y dejar de sentirnos solas. Un espacio, también, para compartir información y conocimientos sobre, por ejemplo, el proceso de regularización o cualquier otro trámite administrativo. Hoy, La Casita -que es nuestra sede en L’Hospitalet- acoge actividades de todo tipo y ofrece un lugar donde encontrarse, hacer un curso o utilizar la biblioteca, los espacios de trabajo con ordenadores o el rincón infantil.

Acogida y formación

Dentro de nuestras líneas de actuación, una de las áreas más relevantes es la de acogida. Ofrecemos orientación sociolaboral, información sobre cómo continuar los estudios y un montón de cursos de idiomas (catalán, castellano, inglés). También damos herramientas para romper la brecha digital con cursos de informática básica y de iniciación al uso de los teléfonos inteligentes.

Entre los servicios gratuitos con los que contamos destacan la asistencia jurídica con un grupo de abogadas y el acompañamiento psicológico de Psicólogas sin fronteras. También realizamos talleres de desarrollo personal con actividades como yoga o pintura, que sirven también para fomentar la creación de grupo y el encharcamiento entre las mujeres. Finalmente, trabajamos la vertiente cultural y social a partir de salidas y visitas a espectáculos y actividades diversas.

A partir de la actividad desarrollada por la asociación ha salido un nuevo grupo -que ahora ya es autónomo- que ha creado la Cooperativa Mujeres Pa’lante. Una cooperativa que se dedica, sobre todo, a hacer cursos de formación sociolaboral.

Feministas, antimachistas y antirracistas

Para nosotros la perspectiva feminista interseccional es el hilo conductor de todo lo que hacemos y lo que estructura nuestro trabajo. Poner la vida y los cuidados en el centro y pensar cómo nos ayudamos entre todas para hacer una sociedad colaborativa y no patriarcal es lo más importante. Y, además, añadimos nuestra perspectiva de personas racializadas. Lo que nosotros pedimos es que todo el mundo sea tratado de la misma manera y, eso, es algo que nuestras ciudades todavía no hacen.

Otro de nuestras líneas de trabajo es la prevención de la violencia de género, una brecha que afecta especialmente a las mujeres migradas por la situación de vulnerabilidad que sufren y la falta de redes de apoyo. Hacemos cursos de formación contra las violencias de género y, un grupo de voluntarias, ofrecemos acompañamiento a las mujeres que lo solicitan. También realizamos charlas informativas y de sensibilización sobre el tema.
Por otro lado, como eje del trabajo antirracista que desarrollamos tenemos los talleres contra los estereotipos dirigidos al vecindario de la ciudad. Su objetivo es concienciar sobre las situaciones que sufren las personas migradas y desmontar falsos mitos sobre las migrantes. En el mismo sentido, aparte de impulsar mociones antirracistas en varios ayuntamientos catalanes, también apoyamos campañas como Regularizacion ya! o la campaña por la ratificación del convenio 189 y la dignificación del trabajo de las trabajadoras del hogar.
Al mismo tiempo, organizamos el ciclo ¿Qué pasa en el mundo? donde invitamos a las defensoras de derechos humanos de diferentes países que pasan por la ciudad de Barcelona a explicarnos sus realidades y las luchas que protagonizan. Hasta ahora, dentro de este ciclo, hemos hecho charlas con mujeres de México, Filipinas, Bolivia, Colombia…

Violencia institucional y Ley de Extranjería

Nosotros hemos luchado mucho contra la violencia institucional hacia las personas migradas. En las administraciones públicas hay un racismo y una falta de sensibilidad muy grande respecto a la atención de las personas migradas. Hay muchas barreras que obstaculizan la participación de las personas migradas a la ciudad. Se necesitan traductoras, mediadoras de salud, promotoras de salud comunitaria y de prevención en violencia de género…

Pensemos, por ejemplo, que decirle a una mujer migrada sin papeles que ha sufrido violencias que vaya a la policía no es el camino porque, como tristemente hemos visto muchas veces, el miedo a ser ella misma expulsada hace que no denuncie el caso. Otro tema es el acceso a la vivienda que, si ya es complejo por todo lo que todavía se complica más en el caso de las personas migradas. O la salud, un ámbito donde para muchas personas recién llegadas es muy complicado relacionarse con ella sin la figura de la mediadora.

Nos parece evidente que la Ley de Extranjería española es otro de los grandes obstáculos y todavía pedimos su derogación y la regularización de las personas sin papeles. Es una ley injusta que nos condena a ser ciudadanos de segunda.