La Morada apuesta por un modelo de vivienda cooperativa feminista y LGTBIQ+ que se materialice en un proyecto de convivencia que representa otra manera de organizar y sostener la vida y los afectos más allá de la dicotomía personal/político, individual/colectivo o público/privado.
La Morada somos una cooperativa feminista de vivienda en cesión de uso ubicada en el barrio de Roquetes de Barcelona. El proyecto lo impulsamos un grupo de mujeres lesbianas, trans y de otras identidades que venimos de la militancia, sobre todo en Barcelona, en el movimiento transfeminista autónomo.
El proyecto comenzó a funcionar en el año 2018. Primero nos constituimos como asociación y después ya como cooperativa. Cuando arrancamos el proyecto ya compartíamos una serie de experiencias con la violencia inmobiliaria que impera en la ciudad y decidimos buscar la manera de poder convivir juntas en un modelo que nos permitiera combinar los espacios privados con los comunitarios.
Es una cooperativa pequeña con sólo doce viviendas previstas. Formamos parte diecisiete personas y eso implica que hay mucho trabajo y poca gente. Es un proceso largo. Hace falta mucho esfuerzo y, a menudo, tenemos la sensación de que no nos da la vida para hacerlo todo.
Somos feministas e intentamos ser coherentes con esto a la hora de organizarnos y definir nuestro funcionamiento. La toma de decisiones, por ejemplo, es por consenso. Nunca hemos hecho una votación. Hemos tenido que alargar procesos pero al final siempre encontramos una decisión común con la que todas nos sentimos cómodas. Esta manera de hacer ha provocado, a veces, que los técnicos nos presionaran pero nosotros tenemos nuestros tempos.
Comunidad de cuidado
Generar espacios donde convivir de manera comunitaria es positivo para transformar las ciudades. En el futuro, cuando las personas que viven así se hagan mayores tendrán una parte de sus necesidades cubiertas por la misma comunidad.
En nuestra ciudad, hay mucha gente mayor que vive sola y no puede ni bajar a la calle sin ayuda. Si generamos edificios donde la misma comunidad que vive es también una comunidad de cuidado contribuimos a romper el aislamiento y la soledad que sufre tanta gente.
Un proceso de aprendizaje
El edificio está diseñado de manera que se pueda adaptar a las necesidades de la cooperativa y de las unidades de convivencia a lo largo del tiempo permitiendo aumentar o disminuir el tamaño de las viviendas.
Tenemos la suerte de contar con un equipo de técnicos y con una cooperativa de arquitectos que nos ayudan mucho. Trabajar conjuntamente y tomar decisiones sobre cómo será el espacio y sus usos es muy enriquecedor. También hemos hecho un aprendizaje muy interesante sobre economía, sobre finanzas éticas, sobre muchos aspectos necesarios para llevar a cabo el proyecto y que desconocíamos.
Otra pata que hemos considerado importante y a la que hemos dedicado tiempo y esfuerzos desde el principio del proyecto es la de adentrarnos y participar del tejido asociativo del barrio de Roquetes de Barcelona que es donde se construirá el edificio. Queremos formar parte de la red del barrio y no ser una seta que aparece aquí de vez en cuando.
Límites y retos de la vivienda cooperativa
De todas formas, hay que decir que hoy en día los proyectos de vivienda cooperativa todavía son elitistas porque no son accesibles para todos. La cantidad de dinero que necesitas para entrar no es tanta como si tengas que pagar la entrada de un piso en el mercado libre pero no es pequeña y deja a mucha gente fuera.
Otra dificultad es que las administraciones públicas no se deciden a hacer una apuesta grande por este modelo. Nosotros, por ejemplo, construimos sobre suelo privado porque el proyecto se emplaza a un solar titularidad de La Dinamo que nos fue adjudicado vía convocatoria abierta. Esto nos limita el abanico de ayudas a las que podemos acceder. No se tiene en cuenta que nosotros lo que estamos haciendo es sacar un suelo privado de manos de la especulación y convertirlo en vivienda protegida. Por lo tanto, estamos contribuyendo a hacer crecer el parque de vivienda social de la ciudad.