Agua es vida es una entidad que trabaja por una gestión no mercantil del agua en Cataluña y defiende que los servicios públicos del agua deben regirse por parámetros de eficacia social, ambiental y económica.
Agua es vida es una plataforma creada en el año 2011 con el objetivo de defender el agua como bien común y que agrupa a una cincuentena de organizaciones diversas como asociaciones de vecinos y vecinas, sindicatos, entidades ecologistas o de solidaridad internacional, entre otras.
En Agua es vida, trabajamos, principalmente, en dos líneas: la mejora de los ecosistemas acuáticos y la garantía del derecho humano al agua. Es decir, por un lado, nos fijamos en la protección y mejora de la calidad y cantidad de agua que tenemos en nuestros ríos y acuíferos, y, por otro, en la gestión que se hace de esta agua impulsando procesos de remunicipalización con participación y control de la sociedad civil. Para nosotros, la gestión del ciclo integral del agua y sus servicios públicos asociados no debe ser considerada una cuestión de expertos, es una cuestión que afecta a toda la ciudadanía, por lo tanto, todo el mundo debe tener acceso a ella.
Derecho Humano al Agua y al Saneamiento
Las personas no pueden vivir sin agua. Hay un consumo mínimo que debe ser garantizado a todos los seres humanos, y este acceso no puede estar condicionado a la capacidad de pago de las personas usuarias ni por el ánimo de lucro de los operadores privados.
Precisamente, la plataforma Aigua es vida nace como respuesta al anuncio de la privatización de la empresa pública Aigües Ter-Llobregat. A ello, si sumaba el descubrimiento que muchos municipios del Área Metropolitana de Barcelona no tenían en regla los contratos que regulan las concesiones de este servicio.
Desde el inicio, luchamos por unos servicios gestionados públicamente, donde el objetivo no sea generar dividendos. La gestión pública permite la reinversión de los beneficios en la mejora del sistema de agua y saneamiento y en la adaptación a las necesidades sociales del momento, sin anteponer los beneficios económicos sino respondiendo a las necesidades de las personas.
La lucha contra los operadores privados
Pensamos que la implementación del Derecho Humano al Agua y al Saneamiento no puede estar sometido a criterios económicos. Los operadores privados y los cambios en las leyes que complican la gestión pública son una de las principales barreras que dificultan nuestros objetivos. Aparte, claro está, topamos, con las llamadas políticas de austeridad y con un modelo económico basado en el turismo y en el desarrollo inmobiliario y de grandes infraestructuras que suponen un gran consumo de agua.
Para nosotros, la práctica del activismo y la desobediencia civil son herramientas fundamentales para lograr cambios. Denunciar, presionar empresas e instituciones, difundir la información son parte fundamental de nuestra tarea.
A lo largo de estos años hemos conseguido poner al alcance de la gente una serie de datos que no estaban disponibles y que, una vez llegan a la ciudadanía, generan iniciativas, a menudo en el ámbito local, que cuestionan el modelo de privatización y plantean alternativas. Este es nuestro objetivo y seguimos trabajando para visibilizar y generar cambios respecto a la grave situación en la que nos encontramos con el tema del agua.